Estrenamos nueva temporada y todavía estamos intentándonos sacar la arena de los zapatos, la sal de la piel y el sol del cuerpo. Retrasando el momento de sufrir los ruidos, los humos y el frío del asfalto, las prisas y el estrés de la ciudad, la luz muerta de los fluorescentes y del ordenador. Así con esta añoranza de las
