En el episodio de este domingo viajamos a la sucia Birmingham de principios del siglo XX y lo hacemos por orden de los Peaky Blinders… No, no es cierto. No obedecemos a Tom ni a sus hermanos, ni siquiera a Polly Grey, que es la única que pudiera tener algo de capacidad para manejar a su antojo nuestros movimientos. Viajamos
