La importancia de esas primeras voces afroamericanas registradas en disco (y esparcidas por el mundo mundial) y su efecto boomerang

El bahameño comediante de arriba, que parece invitarnos al dichoso confinamiento, es el grandismo Bert Williams, artista cómico que pasará a la historia como el primer afroamericano en pisar un escenario de Broadway y también un estudio de grabación. No es poca cosa. Eran muy comienzos del siglo XX y perduraban la humillación y el desprecio a un pueblo y a una cultura que irían asomándose tímidamente en “sociedad”. Muy poco a poco, y con los prejuicios y estereotipos del momento. Sería Mamie Smith quien, justo ahora un siglo ha, puso definitívamente legítima voz al blues y menudo follón se organizó. Pero como aquello era un negocio… pues a partir de entonces comenzaron a grabarse y editarse discos con una seriedad y un respeto, y en cierto modo una libertad, jamás conocidos en aquella “libre” y próspera América. Una música nueva y diferente, creada e interpretada por sus propios protagonistas. Y aquello se difundió y no vean el impacto cultural que supuso. Que antes no había internet ni el Rayan-er, oigan! Los grandes tesoros de la cultura afroamericana se daban a conocer y podían llegar a cualquier rincón del planeta en forma de disco (de pizarra). Arte pop. Daremos protagonismo también a las primeras voces blancas que primero asimilaron la música que aparecía en aquellos discos de “raza”. Nos centraremos en un trío de hermanas que resultaron ciertamente populares y muy influyentes en músicos que vinieron después, incluyendo grandes artistas afroamericanos que, oh, qué cosas, también aprendieron a través de sus discos. Y el círculo se repetirá, etcétera, etcétera y amén. Nuestro homenaje a las fantásticas Boswell Sisters, que se merendarán muy merecidamente medio programa. Las primeras señoras en muchas cosas, incluido el Rock ‘n’ Roll, toma ya! En cualquier caso, vengan de donde vengan los protagonistas de esta noche, independientemente de su color, olor, sabor y tal, comparten un curioso detalle que espero no pasen por alto: tod@s venían del vodevil y sus teatrillos, del mundo de las varietés y los cabarets. Quédense con la última copla.

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