Muchos son los solistas que dejan atrás a sus bandas con el paso de los años pero pocos son los grupos que sobreviven sin ellos o que incluso llegan a superar a sus cantantes. Son pocos pero hemos encontrado, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, algún ejemplo de lo que hemos llamado “Bands apart”, bandas aparte de sus vocalistas. La idea es simple, primero escuchamos a la banda con su cantante y luego escuchamos a la banda sin él o ella. Aunque ya sabéis que, como siempre, es una excusa como otra cualquiera para escuchar los discos que nos gustan: Siempre libre (Loquillo y Trogloditas, Mis problemas con las mujeres, 1987) & La espuma de los días (Trogloditas, Trogloditas, 2014), Tan fácil (Barricada, Pasión por el ruido, 1989, LP) & Punto de mira (Barricada, Flechas cardinales, 2012), TV glotzer, white punks on dope (Nina Hagen Band, Nina Hagen Band, 1978) & Jet Set Star (Spliff, The spliff radio show, 1980), Saturday night is dead (Graham Parker & The Rumour, Squeezing out sparks, 1979, LP) & Frozen years (The Rumour, Frozen years, 1979, SG), Tears of rage (Bob Dylan & The Band, The Basement Tapes, 1975, CD) & The Weight (The Band, Music from Big Pink, 1968), Move it (Cliff Richard & The Drifters, Move it, 1958) & Nivram (The Shadows, The Best of, 2012, LP). El poder del grupo es capaz de suplir e incluso superar la ausencia de los individuos, por muy geniales que sean. Eso sí, no suele ser muy habitual que esto ocurra, al menos en el mundo del rock.
PD: Uno de los problemas de estas “Quarantine sessions” es que no se puede dejar fuera en el momento el material que has preparado de sobra, que siempre se suele quedar fuera alguna canción en todos los programas, así que esta vez nos hemos pasado “un poco” de la hora.
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