Entrevistamos a Alberto Cruz, corresponsal de Lucha Libre – Radio Topo en Haití. Resulta que el pueblo de Haití también está en la calle, como los «chalecos amarillos» franceses. Haití, el pueblo que se rebeló contra la metrópoli francesa creyendo que eso de «libertad, igualdad y fraternidad» también iba con ellos, pobres esclavos, se encontró con una implacable represión. «Libertad, igualdad y fraternidad» si, pero no para los negros. Vamos, lo mismo que está pasando hoy en Venezuela. Fijaos en las fotos de unos, blanquitos -a quienes amparan los demócratas habituales- y de otros, pardos, quienes defienden lo poco o lo mucho que haya que defender en la Venezuela bolivariana.
A lo que voy. Haití logró su independencia, pero tuvo que pagar a la metrópoli por ella, pagos que, por cierto, todavía se producen a Francia. Haití es un foco de corrupción de las ONGs, de la ONU (¿o no recordáis la violación de mujeres y jovencitos producidas por las tropas uruguayas y brasileñas de la ONU? ¿Y qué me decís del foco de cólera que hubo y que llegó a través de las tropas nepalíes de la ONU y que la ONU negó durante meses mientras morían los haitianos?), de los Clinton, de…
Con todo, sólo dos países se preocuparon de verdad por Haití: Cuba, que envió sus mejores médicos tras el terremoto de hace unos 9 años, y Venezuela, que gracias a Petrocaribe (producto de Chávez) ayudó significativamente a paliar la escasez de combustible en Haití.
Venezuela proporcionó a Haití un sistema preferencial de pagos en la compra de petróleo (traducido, Haití pagaba sólo el 60% del precio y el resto se financiaba a 25 años al 1% de interés, repito, al 1% siempre que los precios se mantuviesen por encima de los 40 dólares por barril). Cuando EEUU impuso al títere en Venezuela, muchos vasallos se apresuraron a reconocerle. Entre ellos, Haití. Y aquí el pueblo dijo que no, que basta. Y salió a la calle, está aún en la calle defendiendo a Venezuela y a Petrocaribe. Y preguntando que dónde ha ido el dinero que se ahorró el país gracias a la generosidad de Venezuela y que ha repercutido muy poco en su bienestar.
Piden la renuncia del presidente, pero a diferencia de lo que ocurre en Venezuela los demócratas habituales pasan de ellos. Ni caso. Lee el texto entero en la web del Territorio del Lince http://elterritoriodellince.blogspot.com/2019/02/esto-no-es-venezuela-pero.html
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