Hace un año, a las 4:30 de la mañana, las autoridades municipales ordenaron el cierre del CSC Luis Buñuel, desplegando a la policía en un intento por silenciarnos. A pesar de los persistentes esfuerzos durante el último año para reprimirnos con mentiras, mantenemos nuestra resistencia y nos negamos a claudicar. Estamos comprometidos en construir un futuro inclusivo y lleno de solidaridad.
Este edificio, abandonado por la administración durante años, fue gestionado por los vecinos del barrio. A pesar de que el proyecto recibió reconocimientos, como el premio europeo Bauhaus, que destaca iniciativas que promueven la sostenibilidad, inclusión y participación comunitaria, el ayuntamiento, bajo nuevas administraciones, lo cerró de manera forzosa. En este espacio, compartimos risas, bailes y ofrecimos refugio a aquellos olvidados, tal como la película de Buñuel. Aunque habitamos el antiguo Ayuntamiento de la ciudad, nunca fuimos recibidos por él.
Hoy tenemos aquí a Julian, si alguien nos viene a la cabeza cuando alguien nombra al Buñuel, es él, es un honor tenerle aquí, una persona muy querida y apreciada por todas las personas que formaban el Buñuel.