Haciendo equilibrios y eses sobre las ondas, emerge desordenado y espeso este magma dinámico. Un suero sonoro que se introduce en tus oídos para derribar las placas de cera que opacan nuestra cotidianidad y que se dispersa en consignas, recuerdos y despedidas. Y en el fondo del cráter, un disco girando detrás de otro en solidaria armonía tectónica. ANTHRAX FRIGGIN
